Publicamos la nota del SINDICATO UNITARIO DE HUELVA, colgada en su página Web:
Los trabajadores pagamos con
nuestra sangre el crecimiento económico, la competitividad, la productividad y
la acumulación capitalista.
La Empresa Nacional de Celulosas
tenía perfecto cocimiento de que en cualquier momento podrían quitarle la vida
a otro trabajador. Las tapas de los depósitos de lejía están corroídas, aparte
de otros desperfectos en las instalaciones dado que los trabajos de
mantenimiento son casi inexistentes. Ahora se repara en lugar de mantener.
No importa. Nada importa a la
hora de obtener beneficios a costa del trabajo y sacrificio de los
trabajadores. Con los dedos de una mano se pueden contar las contratas que
cumplen con el convenio. En Celulosas NINGUNA. Todas pagan por horas y por
debajo de lo establecido. Y los trabajadores se tienen que llevar la mierda y
el cáncer a sus casas, pegados a los monos de trabajo. La Asociación de
Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva lo llama Libertad de
Empresa (artículo 38 de la vigente Constitución de 1978).
No son empresarios. Son
mata-obreros. Pero lo más indignante es el tratamiento al fallecido. Todos
continuaron trabajando, como si se hubiera muerto un perro. Movieron al cadáver
antes de que llegaran los servicios de inspección y ahora dicen que el muerto
no llevaba arnés. Unas palabritas en la prensa y una fotito con pancarta en la
puerta han sido las actuaciones de los sindicatos serios, responsables y
negociadores con este sistema, eso sí, a las 17,30 horas porque no se puede
parar la producción. Y la tapadera podrida ya está arreglada. Aquí paz y allí
gloria. El muerto al hoyo y el boyo para los empresarios vividores.
Cuando los empresarios no
proporcionan todas las medidas de seguridad necesarias para la protección de la
salud y de la vida de los trabajadores estamos ante una traición, un quebranto
de sus obligaciones. Pero cuando esta perfidia cuesta la vida de un obrero y
además se auto proporciona las circunstancias para eludir cualquier
responsabilidad, podemos estar ante un verdadero asesinato. No son accidentes
laborales mortales, son asesinatos de obreros.
Artículo 31º
En toda explotación agrícola,
industrial, minera, de transporte, etc.; en toda suerte de obras y empresas,
existe la responsabilidad civil por parte de los dueños o colectividades de las
desgracias que acontezcan en el público, en los operarios y dependientes, sin
que sea excusa para la efectividad de las indemnizaciones consiguientes el
descuido, ignorancia o imprudencia de las víctimas.
Esto se quedó en proyecto. De los
trabajadores y solo de los trabajadores depende que este proyecto se haga
realidad. Juntos sí que podemos. Por nuestros muertos.
PD.- En las imágenes está la
chapa que cubría el tanque que acabó por romperse (denunciada por los
trabajadores repetidamente). En la misma tarde pusieron otro parche al tanque,
unas escuadras para aguantar otra chapa, toma responsabilidad y seguridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario