Se confirma una vez más la falta
de independencia de las consultoras de las empresas que las contratan. Es la
misma conclusión que sacamos con las auditorías de prevención que se hacen en
la refinería La Rábida.
Deloitte es la que se está
encargando del estudio de reestructuración del área económica-financiera de los
distintos centros y empresas del grupo con el objetivo de centralizarlos en una
filial, que se presume estaría localizada en Madrid.
Economía abre expediente a Deloitte por la auditoría
de Bankia
El caso
Bankia tiene múltiples derivadas. Una de ellas es el papel del auditor, que no
es menor. El jueves se hizo público que el Instituto de Contabilidad y
Auditoría de Cuentas (ICAC), dependiente de Economía, ha abierto un expediente
sancionador a Deloitte y a su socio Francisco Celma. Los temas son las
auditorías a las cuentas de Bankia y su matriz BFA de 2011 de Bankia,
realizadas a 31 de marzo y a 30 de junio, justo antes de la salida a Bolsa. El
expediente tratará de aclarar si se produjeron irregularidades técnicas en
dicha revisión contable.
Fuentes próximas al proceso explicaron que el expediente se ha abierto porque hay indicios de “falta de independencia” de Deloitte, ya que realizó trabajos para Bankia previos a su salida a Bolsa, incompatibles con sus labores de auditoría. Eso desencadenaría en una falta muy grave. Además, otro motivo por el que el ICAC ha abierto el expediente a Deloitte es porque cree que la auditora no comprobó los saldos de activos y pasivos de Bankia, algo que podría suponer una falta grave. El expediente se resolverá en aproximadamente un año.
Deloitte
ha asegurado que el expediente se centra en “formalidades técnicas” y que “en
ningún caso suponen una modificación de los estados financieros auditados de la
entidad”. Es decir, que no afectan ni al capital ni a las provisiones, que son las cuestiones principales que se debaten en el juicio de Bankia.
Respecto
a los trabajos realizados por el auditor, fuentes conocedoras del proceso comentan
que fue la CNMV la que determinó que Deloitte los hiciera. Se trata de la
segregación de activos de BFA a Bankia, el seguimiento efectivo de todos los
movimientos contables y la comprobación de los estados financieros intermedios
en el proceso de segregación.
La firma
auditora resta importancia a la apertura del expediente al incidir en que es
“un procedimiento usual” dentro de las funciones del ICAC y subraya que el
comité de auditoría de Bankia nunca puso reservas al trabajo de Deloitte como
auditora.
Deloitte
ha sido una pieza clave en el desarrollo del caso Bankia, ya que la mayoría de
los consejeros que declararon en la instrucción del caso culparon de los
problemas de Bankia a la firma de auditoría por no avisar a tiempo. Sin
embargo, este asunto no está denunciado por el ICAC. Este organismo abrió
también un expediente informativo a Deloitte por su auditoría sobre Banco de
Valencia, que emitió sin salvedades y luego tuvo que ser vendido a La Caixa por
un euro tras inyectar casi 6.000 millones de dinero público.
El
expediente se enviará ahora al juez Fernando Andreu, instructor del caso
Bankia, informa Efe, y puede derivar en una sanción, aunque la auditora confía
en que sea archivado.
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